Hace unas horas regrese a casa. El camino es
largo pero, prefiero vivir en las afueras de la ciudad, allí aun se respira un
poco de paz.
Mientras avanzaba lentamente, veía a través de las
ventanillas a los demás conductores. No discutía afanosamente a través del celular,
otra no paraba de gesticular y uno, hablaba solo, claramente enojado con “nadie”.
Ninguno estaba haciendo lo que tenia que hacer: manejar.
Vivimos en un momento histórico donde la paz y el relax se
han transformado en un lujo al que muy pocos pueden acceder. En realidad, siempre
fue asi.En la antigüedad, no eran los impuestos o los hijos adolescentes los
que nos quitaban el sueño, más bien eran las guerras, los reyes y las pestes pero,
el estrés existió siempre. Una cosecha adversa, una inundación o la peste negra.
Los enemigos han cambiado de ropa pero siguen entre nosotros como diciéndonos
“somos perpetuos”, tú generación y las que te sigan sabrán de nuestro poder.
¿Podemos hacer algo para contrarrestar ese ejército de
molestos intrusos psíquicos que no nos dejan en paz? Si te responderé yo,
podemos.
En este momento, estoy escuchando a Idil Biret
,interpretando a Chopin maravillosamente, puedo sentir cada golpe de sus dedos
en el piano, como presiona las diferentes teclas para que, con mas o menos
tencion,el martillo suavice o engrose una nota y, sin embargo te escribo.
Nuestra mente puede manejar con facilidad varios estímulos,
en tanto la atención se dedique exclusivamente a una actividad .Porque?, porque
si no entra en conflicto y divide la atención en varios frentes .Eso es lo que deberíamos
evitar: La dispersión.
En mis clases de “conciencia plena” enseño a mis amigos a
pensar “ENFOCADAMENTE”.Como dice una máxima del Zen: Cuando te duermas, duerme y,
cuando comas come. Parece un infantil juego de palabras pero no lo es .Si tal
vez es infantil. Es lo que hacíamos de niños, ¿te acordas?, cuando dibujábamos,
cuando alineábamos soldaditos, cuando veíamos
al corre caminos, cuando vestías a las muñecas: hacías eso, nada te obligaba a
dispersar tu atención en otra cosa. Lo disfrutabas. “Eras lo que hacías”.
Porque él pudo?
Sencillamente por que no se dispersaba. Podía enfocarse en
su hermosa teoría sin permitir que entrara intrusos telepáticos a su mente.
“Era lo que pensaba”. Y no le fue fácil.Recorda de donde venia; la guerra, la persecución
por ser judío y la amenaza Nazi. Puso en funcionamiento los sistemas que el, y
VOS comparten.
La abstracción y la voluntad de enfocarse.Ainstein decía que, “Es
un síntoma de estupidez intentar solucionar todos los problemas con la misma formula”,
es totalmente cierto, pero para tener diferentes formulas debes enfocarte en
cada problema, uno a la vez, “ser tu problema”, uno a uno.
En mis cursos de “mente consiente” trabajamos para eso, para
que entiendas que nada te diferencia de un genio. Todos tenemos las mismas herramientas,
debemos ordenarlas y acomodarlas para echar mano de ellas cuando es necesario.
Pensalo.Cuando tengas tiempo y puedas dedicarte solo a
eso.Pensar.
Roberto Oscar Catania
No hay comentarios:
Publicar un comentario